Las empresas obtienen muchos beneficios al tomar el control de su propio suministro de gas y generar su propio nitrógeno in situ. Los generadores de nitrógeno producen gas nitrógeno a partir de un compresor de aire estándar; el aire se tamiza para eliminar el oxígeno y otros gases. El nitrógeno resultante se puede almacenar de forma segura en el lugar.